Para qué sirve una desbrozadora
Una desbrozadora es una máquina motorizada que sirve para cortar la vegetación (las malas hierbas, el césped…) de los jardines, los campos, etc. en tareas de mantenimiento para conseguir que la hierba esté a la altura deseada, sobre todo en las zonas donde las máquinas cortacésped no pueden acceder, como son las esquinas, los rincones o los bordes. Aunque cortar las hierbas es la función principal de una desbrozadora, estas máquinas han ido evolucionando y se han ido desarrollando para que puedan realizar otras tareas un poco más complejas relacionadas con el mantenimiento de los jardines, como por ejemplo cortar matorrales, pequeños arbustos e incluso la maleza algo más densa, según el tipo de desbrozadora.
Tipos de desbrozadoras según el motor
Una manera de clasificar estas máquinas es según su motor. Los modelos más comunes son los que llevan un motor de dos tiempos alimentado por una mezcla de gasolina y aceite en un mismo depósito. Con una desbrozadora de este tipo se puede realizar cualquier trabajo doméstico o incluso profesional, si la máquina está dotada de buena cilindrada y los accesorios adecuados. El segundo tipo de desbrozadoras son las que llevan un motor de cuatro tiempos. Éstas, a diferencia de las de dos tiempos, llevan dos depósitos: uno para la gasolina y otro para el aceite; consumen menos y suelen durar más, aunque esto repercute en el coste inicial de la desbrozadora. Y finalmente, el tercer tipo son las de motor eléctrico, aunque son poco habituales ya que funcionan enchufadas a una toma de corriente.
Usos y cilindrada
Lo primero que debes tener claro antes de adquirir una desbrozadora saber para qué la vas a utilizar, es decir, qué tipo de vegetación vas a cortar con ella. Asegúrate de que la desbrozadora que compres tenga los accesorios que necesitas (una podadora, cortasetos…). Pero además de tener todos los accesorios, debes asegurarte de que la máquina pueda con todas las tareas: cuantos más centímetros cúbicos (cc) de cilindrada tenga, más potente será. Busca una potencia que sea suficientemente grande para realizar las tareas que necesitas, pero sin pasarte demasiado, porque cuanto más potente sea más consumirá la máquina.
Para que te hagas una idea te indicamos unos valores aproximados de referencia: para mantener un jardín de unos 200 m2 de césped o de malas hierbas basta con una desbrozadora de menos de 40 cc. Si el jardín mide hasta 500 m2 o tienes que trabajar con pequeños arbustos además de la hierba, será mejor una desbrozadora de 40 a 45 cc. Para trabajos más complejos que éstos, para los montes o matorrales más densos, busca un modelo que tenga 45 cc o más.
Características
Las características del aparato en sí también son relevantes a la hora de elegir tu desbrozadora ideal. Ten en cuenta la forma del manillar: si es doble (con un asa para cada mano) será más cómodo y fácil de manejar durante mucho rato que si es simple. Lo mismo ocurre con el arnés o la correa de sujeción: las bandas ligeras son para usar las máquinas ocasionalmente, no demasiado a menudo y durante pocas horas. Para un uso más continuo se recomienda que la banda sea doble, acolchada y ajustable, para que se pueda repartir bien el peso de la máquina. Y para un uso más profesional, existen correas de sujeción a modo de cinturón, además de las de los hombros.
Qué vegetación puede cortar
Como hemos visto, la función principal de una desbrozadora es cortar la hierba. Sin embargo, hoy en día estas herramientas se han ido adaptando para que se pueda trabajar con otro tipo de vegetación: cortar las zarzas, podar pequeños arbustos (ya sea a ras del suelo o a cierta altura) o desbrozar matorrales con cierta densidad, por poner algunos ejemplos.
Accesorios y tipos de corte
Antes de saber con qué debemos cortar (si con hilo o con disco) debemos tener claro qué vamos a cortar. Tanto los hilos como los discos cortan la vegetación de diferentes alturas y densidades; la diferencia más grande está en que los hilos, además, la trituran; los discos no. Otra diferencia es que los discos duran mucho más tiempo que los hilos, incluso se pueden afilar a medida que se van desgastando.
Los hilos, cuantos más ángulos tengan, más mala puede ser la vegetación a cortar. Es decir, con un hilo redondo podremos cortar cualquier hierba común; con un hilo cuadrado, vegetación más alta y fuerte; con un hilo de estrella, maleza densa y enredada. Lo mismo ocurre con los discos: cuantos más dientes tengan, más condiciones duras resistirán. Pero en los hilos, además, debemos fijarnos en el diámetro de grosor: cuanto más grueso sean, más rebelde puede ser la hierba a cortar.
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